El azúcar y los carbohidratos procesados elevan rápidamente nuestro nivel de azúcar en la sangre; esto le indica al páncreas que produzca insulina, para estimular la entrada de azúcar a las células y luego convertirla en energía. Este aumento en los niveles de azúcar en la sangre y su posterior caída hacen que nos sintamos agotados y ansiando más energía rápida. Instintivamente necesitaremos de más carbohidratos refinados en forma de “antojos” de pasteles, galletas, dulces, helados, paquetitos y todo alimento procesado. Esto lleva a un círculo vicioso.
Los carbohidratos enteros tardan más en digerirse y su absorción es más lenta y escalonada. De esta manera, no alertan a la insulina como los refinados. Por eso son preferibles.
Referencias:
Jessica D Smith,corresponding author Tao Hou, David S Ludwig, Eric B Rimm, Walter Willett, Frank B Hu, and Dariush Mozaffarian. (2015). Changes in intake of protein foods, carbohydrate amount and quality, and long-term weight change: results from 3 prospective cohorts. ., de The American Journal of Clinical Nutrition Sitio web: https://academic.oup.com/ajcn/article/101/6/1216/4564539