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La sal y el limón suben el pH del cuerpo, reduciendo los dolores musculares y de cabeza porque las sales aportan minerales como el potasio y el magnesio que mejoran la calidad del sueño y que necesitan tus músculos.

Toma 2 litros de agua al día, al menos la mitad en forma de una limonada alcalina. Puedes beber limonada, o si prefieres, toma una copita de zumo de limón antes de cada comida. Te ayudará a absorber mejor los nutrientes de las comidas y calmar la inflamación del tracto digestivo.

La receta es: 2 litros de agua, 4 limones, 1 cucharadita de azúcar, otra de bicarbonato de sodio y 1/2 de cucharadita de sal marina.

Alcaliniza tu alimentación de todas las maneras posibles para reducir la inflamación generalizada. Comienza por tu bebida hidratante. Prepara varios litros de ella, consérvala en la nevera y tómala durante todo el día.

Referencias:

Herranz B, Franco A, Caballero F, Hernández R. Variabilidad en la composición y aceptación del sabor de dos soluciones de rehidratación oral: limonada alcalina y Sueroral hiposódico. Revista Pediatría de Atención Primaria Volumen I. Número 2. Abril/junio 1999 http://www.pap.es/files/1116-28-pdf/32.pdf