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En los últimos tiempos ha existido mucha polémica acerca de los productos lácteos creando controversia y mucha información contradictoria al respecto.

La leche de vaca y sus derivados son apreciados por las organizaciones de salud y muchos nutricionistas como un alimento esencial para la salud ósea.

Pero lo que indican la evidencia científica y la práctica médica, es que los lácteos son perjudiciales y deberían evitarse.  Cabe aclarar que no todos los productos lácteos son iguales y varían de acuerdo a cómo se alimentan y cuidan las vacas y cómo se procesó la leche.

Ten en cuenta que todo lo que ocurre con la mayoría de las recomendaciones en nutrición y salud, dependen del individuo; no podemos generalizar.

Recordemos que la leche de vaca está diseñada por la naturaleza para que un ternero logre crecer rápidamente y no para que un bebé humano crezca o para el consumo cuando adulto.  Pero en la actualidad somos la única especie que consume leche después de destetarse y ciertamente la única que la consume de otro animal.

Antes de la revolución agrícola y que la mayoría de los alimentos estén bajo el control de grandes corporaciones, los humanos solo bebían leche materna cuando eran bebés y no consumían productos lácteos de adultos; esta es una de las razones por las que los productos lácteos están excluidos de una dieta paleo-mediterránea. (1)

El principal problema de los productos lácteos es la lactosa, que sencillamente es el “azúcar de la leche”, el cual puede ser difícil de digerir para algunas personas. (2)

Es un hecho que el 75% de los adultos no digieren la lactosa, provocando la secreción de insulina, promoviendo la inflamación y la obesidad.  Dicho eso, existen muchas variaciones entre poblaciones.  En algunas, casi todas las personas tienen algún nivel de intoleracia y en otras el porcentaje es menor; eso depende de nuestros genes. (3)

Aunque la leche de vaca ha sido ampliamente recomendada para el crecimiento y la salud ósea, la evidencia recopilada durante los últimos 20 años demuestra que en los países donde consumen una mayor cantidad de productos lácteos y sus derivados sufren más de fracturas óseas y problemas osteoarticulares. ¿Porqué? Porque los huesos están hechos no sólo de calcio, sino también de colágeno que es la parte del hueso que le da elasticidad.  El calcio es una materia dura, y por si sólo no construye un hueso fuerte, sino junto con el colágeno que añade elasticidad.  Los dos son necesarios para construir huesos fuertes.  El consumo de proteína animal tiende a agotar los niveles de calcio en el cuerpo, entonces existe una fuerte relación entre pérdida de calcio y consumo de proteína animal. (4)

Diversos estudios indican que el consumo de leche de vaca produce problemas de salud.  Aumenta la producción de moco en el tracto respiratorio y produce asma por su efecto inflamatorio en el organismo (5), contiene una alta concentración de antibióticos y toda clase de medicamentos, estrógenos y químicos que dañan la flora intestinal (67), se encuentra contaminada con dioxinas y retardantes de llama, toxinas que dañan el sistema inmune, endocrino y reproductor. (8)

Todo esto se ve reflejado directamente en gases, inflamación, mala digestión y reflujo; ya que la leche de vaca contiene inhibidores de las proteínas dañando la absorción intestinal de nutrientes, provoca alergias, induce a la obesidad y genera problemas digestivos por intolerancia (9).

El problema, como en muchos casos hoy en día, es que el producto que compramos y consumimos está muy lejos de su estado natural.  La leche de vaca natural se echa a perder en unos 2-3 días aunque esté conservada en la nevera cuando la leche de bolsa del supermercado se conserva durante un año.  Las vacas de la industria no comen alimentos naturales y les inyectan con medicamentos como antibióticos y hormonas, lo que suma al problema.

En la siguiente tabla podrás encontrar las fuentes obvias de alimentos lácteos y aquellas fuentes ocultas que los contienen:

Fuentes obvias Fuentes “ocultas”
Mantequilla y muchas margarinas Apanado de los alimentos fritos.
Todos los quesos. Edulcorantes artificiales.
Leche de cabra y oveja. Panes, bizcochos y galletas; donuts hechas
con leche.
Crema de leche (entera, half-and-half, crema queso etc). Cereales de desayuno y cereales para
infantes que contienen sólidos de leche.
Helados y sorbetes. Alimentos en crema como sopas y
vegetales.
Leche en bolsa (entera, descremada, en polvo,
evaporada).
Mezclas para pudín y ponqué, muchos
“frostings” o revestimientos de ponqué.
Yogurt. Dulces de leche o queso.
Leche fresca. Galletas hechas con leche.
Salchichas, carnes frías, enlatadas y
procesadas.Muchos substitutos lácteos
“no lácteos” (non dairy).
Muchas drogas, incluyendo píldoras
anticonceptivas, medicación para la tiroides
y algunos medicamentos para desórdenes
gastrointestinales.
Muchos suplementos de vitaminas y
suplementos nutricionales.
Mayonesa y aderezos de ensaladas hechos
con leche.
Pancaques, waffles y tartas.
Pizza.
Fórmulas para reducción de peso.

Y cualquier comida procesada que contenga suero (whey), caseína, caseinato, caseinato de sodio y lactosa.

La leche de vaca no es necesaria para los humanos y los nutrientes que contiene están disponibles en alimentos vegetales.

Los huesos se pueden beneficiar mucho más a través del consumo de frutas, verduras y granos (10), limitando la proteína animal, haciendo ejercicio regularmente y tomando el sol o consumiendo suplementos de vitamina D (11).  La suplementación recomendada de vitamina D depende mucho de la región en donde vives.  Para adquirir los beneficios del sol, uno necesita exponerse 30 minutos diarios al sol directamente en una buena parte del cuerpo (cara, brazos y pecho por ejemplo).  Si uno no llega a esto una buena parte del año, necesita suplementarse.

Opta por dejar la leche de vaca poco a poco (si en tu caso te gusta mucho y la consumes demasiado), puedes probar con dos o tres semanas sin consumir productos lácteos para descubrir si la leche es un factor relevante en tus problemas de salud, malestares o dolores.  Una dieta que puedes seguir y que te acompañará en el proceso es la dieta de eliminación.

Usualmente, al comenzar una dieta sin leche de vaca podrás experimentar un aumento de energía, mayor descanso por las noches, menos antojos y menos peso.

Puede que al principio sea difícil, pero la recompensa la sentirás en un par de semanas y vale la pena.  Comienza por eliminar los productos lácteos comerciales y en cualquier caso, procura tomar cantidades más pequeñas.

¿Cómo sustituir la leche de vaca?

Puedes comenzar a tomar extractos vegetales como: “Leche” de coco, “Leche” de almendras, “Leche” de avena o cualquier otra. Los productos comerciales tampoco son del todo sanos.  Opta siempre por hacerla en casa, un fin de semana o en las noches, la refrigeras y la consumes durante la semana.

¿Te preocupa el consumo de calcio?

Sin recurrir a productos derivados de la leche de vaca, el calcio se encuentra en verduras de hojas verdes (col rizada, berros, hojas de nabo, hierbas frescas, espinaca), legumbres (fríjoles), almendras, tahini (pasta de ajonjolí) y algas marinas.  En la tabla a continuación encuentras las fuentes de calcio más predominantes en la naturaleza; lleva esta lista al supermercado y decide por las que más contienen una alta concentración de calcio.

En los vegetales:
Alimentos Cantidad en mgs x 100 grs
Kelp (alga marina) 1093
Hojas de mostaza, repollo chino 450
Batata 450
Bok choy 330
Raíces chinas 320
Coles 260
Espinacas 250
En las nueces:
Alimentos Cantidad en mgs x 100 grs
Semillas de sésamo (ajonjolí) 900
Almendras 660
Castanias 600
Avellanas 450
Nueces de nogal 280
Semillas de girasol 260
En las mantequillas de nueces:
Alimentos Cantidad en mgs x 100 grs
Mantequilla de ajonjolí (tahini) 426
Mantequilla de almendras 270
En los pescados:
Alimentos Cantidad en mgs x 100 grs
Sardinas enlatadas 1000
Caballa 680
Salmon 490
Ostras cruda 300
En los tubérculos:
Alimentos Cantidad en mgs x 100 grs
Yuca seca (casabe, farinha) 300
En los fríjoles:
Alimentos Cantidad en mgs x 100 grs
Granos de soya cocidos 450
Tofu (queso de soya) 400
Garbanzos 340

 

Referencias:

Should dairy be recommended as part of a healthy vegetarian diet? Counterpoint Amy Joy Lanou The American Journal of Clinical Nutrition, Volume 89, Issue 5, May 2009, Pages 1638S–1642S, https://doi.org/10.3945/ajcn.2009.26736P https://academic.oup.com/ajcn/article/89/5/1638S/4596954

Mattar, R., de Campos Mazo, D. F., & Carrilho, F. J. (2012). Lactose intolerance: diagnosis, genetic, and clinical factors. Clinical and experimental gastroenterology, 5, 113–121. https://doi.org/10.2147/CEG.S32368