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Un bastón puede ser adecuado si necesitas un apoyo mínimo.

Para escoger el bastón apropiado, primero encuentra la longitud correcta que debe tener. Si es demasiado largo y tu codo permanece doblado cuando te apoyas en el bastón, el tríceps en la parte posterior del codo permanece contraído y esto puede provocar fatiga muscular y dolor en el hombro.

Para evitar sobrecargar el tríceps, el mango del bastón debe estar a la altura de la muñeca cuando tu brazo cuelga a su lado. Esto le permite a tu codo enderezarse y “bloquearse” en la posición recta cuando te apoyas en el bastón.

Un bastón demasiado corto tampoco es bueno, pues te obliga a inclinarte hacia un lado.

Un mango curvo ejerce mucha presión en el centro de la palma, mientras que un mango recto distribuye el peso en la mano de manera más uniforme.

Aunque una ligera diferencia de diámetro puede parecer trivial, un bastón más grueso brinda más soporte que uno delgado.

Los bastones de aluminio y fibra de carbono son más ligeros que los de madera y tienen botones para ajustar la altura.

¿En qué mano llevar el bastón cuando caminas?

El bastón debe usarse en el lado opuesto a la pierna más débil para proporcionar una base de apoyo más amplia. Sin embargo, esto puede no funcionar bien si el brazo opuesto es débil o doloroso; en este caso, es posible que debas usar el bastón con la mano del mismo lado.

Si ambas piernas son igualmente débiles, probablemente necesites más ayuda que la que proporciona un bastón.