La deshidratación crónica es la causa más frecuente del dolor de espalda, pues causa pérdida de volumen de los discos intervertebrales, que están hechos de cartílago que se expande o contrae en la medida en que consumes agua. Si no tomas, pierden volumen. Por eso pierdes altura y te expones a dolores innecesarios.
Toma 2 litros de agua, con sal marina, al menos la mitad saborizada con cítricos, jengibre, pepino, flor de jamaica o frutas. Muchas personas obtienen resultados un día después de comenzar a hidratarse.
Otras 3 recomendaciones que cuentan con evidencia científica son:
Consigue que te den un masaje Thai (con presión muy baja sobre los músculos)
Aplica en la piel Traumeel® o aceite de árnica.
Usa parches de TEM o algún otro para reducir los síntomas.