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La primera paciente con enfermedad autoinmune a quien tratamos con esta dieta tenía 8 diagnósticos distintos, todos estudiados y comprobados: Sjogren, Lupus, Vasculitis, Artritis, Fibromialgia, CREST, Insomnio y Colon Irritable.  Le propusimos una dieta de eliminación y en semanas comenzó a mejorar.  Sus exámenes de laboratorio (que le mandaba a hacer regularmente su reumatólogo) mostraban que su autoinmunidad estaba controlada. Simplemente, ya no se hacía daño 3 veces al día comiendo alimentos que provocaban su sistema inmune.

Si lo pensamos bien, en muchas enfermedades comunes la inflamación juega un papel importante: obesidad, hipertensión, artritis, problemas del colon, rinitis, alergias, incluso el Alzheimer, para citar algunas.  Los alimentos a los que hacemos alergia son causa frecuente de inflamación.

Por años le hemos propuesto a miles de pacientes que hagan esta dieta y en tres semanas identifican qué alimentos les hacen daño.  Es difícil de hacer, pero muchos síntomas serios mejoran decisivamente en 7 días o antes.  Una guía completa de esta dieta (que genera muchas dudas y preguntas y requiere mucha ayuda en forma de tips y recetas) se encuentra en otros artículos relacionados.

Pocos alimentos producen inflamación en las personas, pero son alimentos muy comunes en nuestra dieta moderna.  Nuestras defensas, que rodean todo el tubo digestivo, se activan cada vez que entran en contacto con estos alimentos, porque reaccionan a ellos.  Esta reacción produce inflamación y dolor y está en la base de muchas enfermedades.  Como decía el gran patólogo Iliá Metchinikoff (1845-1916) “la muerte comienza en el Colon“.

Esta Dieta sirve en la mayoría de las enfermedades crónicas.  Incluso sirve para prevenirlas.  Es una dieta drástica, pero piensa que sólo la vas a hacer durante un par de semanas; al seguirla identificarás cuales son los alimentos que te hacen daño y cuales no.

La guía completa para seguir una Dieta de Eliminación es así: ver PDF

Proteína Evitar toda carne procesada: salchichas, jamones, tocino.  Comer la versión más natural posible de pollo, pavo, pato, ganso, pescado, marisco, cordero, conejo, huevos, carnes silvestres (1)
Productos lácteos y alternativas a ellos Evitar todo producto lácteo.  Se permiten las alternativas a los lácteos: coco, cáñamo, arroz, avena, almendras y los lácteos de cabra
Grasas y aceites Evitar todos los aceites no extraídos en frío. Se permiten extraídos en frío: oliva, linaza, ghee (mantequilla clarificada), coco, aguacate, aceites de nueces
Nueces y semillas Evitar el maní y el marañón (cajuíl). Consumir coco, piñones, semillas de chía, linaza, almendras, nueces de Brasil, nueces de nogal, castañas, avellanas, pecanas, harinas y preparados de nueces (quesos, mantequillas, leches)
Vegetales sin almidón Consumir todos
Vegetales de almidón Consumir todos
Legumbres Consumir todas
Frutas Consumir todas
Granos Evitar todas las fuentes de gluten: productos con trigo, cebada y centeno. Optar por la quinoa, mijo, amaranto, teff, avena, tapioca, arroz integral, maíz y sorgo
Hierbas y especias Evitar condimentos industriales (cubitos y aderezos). Consumir toda especia pura, fresca o seca
Bebidas Evitar el café, té negro y el alcohol.  Consume agua, tés herbales descafeinados, agua de seltzer, agua mineral, jugos diluidos en agua y jugos o zumos vegetales (23)
Edulcorantes Evitar edulcorantes artificiales. Usar muy poco: stevia, xilitol, jarabe de arroz integral, sirope de arce, endulzante de frutas, melaza blackstrap
Miscelánea Consumir caldos, alimentos fermentados o cultivados, vinagres (todos menos vinagre blanco)

Los posibles alergenos mencionados se eliminan por 21 días y luego se reintroducen uno a uno exponiéndose a una buena cantidad durante 1-3 días. En ese entonces verás el efecto real que tiene cada alimento en tu caso personal. Puedes escoger libremente con cuál alimento empezar.

Una vez que descubras qué alimento te ha generado síntomas de nuevo, deberás eliminarlo de tu dieta por al menos 6 meses.  Los demás puedes volver a comerlos de inmediato.

Comer alimentos es mucho más que una forma de llenar nuestro estómago y dejarnos “satisfechos”. La comida afecta nuestra calidad de vida; cómo nos vemos, cómo nos sentimos, el peso que tenemos, la energía que llevamos, cómo nos envejecemos y qué tan saludables somos.

La comida es una poderosa medicina. Es energía e información: cada molécula que existe en nuestro cuerpo se crea a partir de los alimentos que comemos, el agua que bebemos y el aire que respiramos; nosotros, literalmente, <<somos lo que comemos>>.

Referencias:

Lyra NRS, Motta, Maria E F A, Rocha LAR, et al. Adverse reactions to foods and food allergy: development and reproducibility of a questionnaire for clinical diagnosis. Journal of allergy. 2013;2013:920679.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16310526
Jones SM, Burks AW, Dupont C. State of the art on food allergen immunotherapy: Oral, sublingual, and epicutaneous. J Allergy Clin Immunol 2014 02;133(2):318-323. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24636471
Monaci L, Tregoat V, van Hengel AJ, Anklam E. Milk allergens, their characteristics and their detection in food: A review. European Food Research and Technology. 2006;223:149-179.
https://link.springer.com/article/10.1007/s00217-005-0178-8