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Un evento traumático es un incidente que causa daño físico, emocional, espiritual o psicológico. La persona que experimenta el evento puede sentirse amenazado, ansioso o asustado como resultado. En algunos casos, es posible que no sepan cómo responder o pueden negar el efecto que ha tenido dicho evento. La persona necesitará apoyo y tiempo para recuperarse del evento traumático y recuperar la estabilidad emocional y mental.

Los ejemplos de eventos traumáticos incluyen:

  • muerte de un familiar, amante, amigo, maestro o mascota
  • divorcio
  • dolor físico o lesión (por ejemplo, accidente automovilístico grave)
  • una enfermedad seria
  • guerra
  • desastres naturales
  • terrorismo
  • mudarse a una nueva ubicación
  • abandono de los padres
  • presenciar una muerte
  • violación
  • abuso doméstico
  • estancia en prisión

¿Cómo responden las personas a los eventos traumáticos?

Las personas responden a eventos traumáticos de diferentes maneras. A menudo no hay signos visibles, pero las personas pueden tener reacciones emocionales graves. El shock y la negación poco después del evento es una reacción normal. La conmoción y la negación a menudo se utilizan para protegerse del impacto emocional del evento. Puede sentirse entumecido o desapegado. Es posible que no sienta toda la intensidad del evento de inmediato.

Una vez que haya superado el shock inicial, las respuestas a un evento traumático pueden variar. Las respuestas comunes incluyen:

  • irritabilidad
  • cambios repentinos y dramáticos de humor
  • ansiedad y nerviosismo
  • enfado
  • negación
  • depresión
  • flashbacks o recuerdos repetidos del evento
  • dificultad para concentrarse
  • sueño alterado o insomnio
  • cambios en el apetito
  • miedo intenso de que el evento traumático se repita, particularmente alrededor de los aniversarios del evento (o al volver a la escena del evento original)
  • retirada y aislamiento de las actividades cotidianas
  • síntomas físicos de estrés, como dolores de cabeza y náuseas
  • empeoramiento de una afección médica existente

Una afección conocida como trastorno de estrés postraumático (TEPT) a veces puede ocurrir después de experimentar un evento potencialmente mortal o ser testigo de una muerte. El TEPT es un tipo de trastorno de ansiedad que afecta las hormonas del estrés y cambia la respuesta del cuerpo al estrés. Las personas con este trastorno requieren un fuerte apoyo social y una terapia continua. Muchos veteranos que regresan de la guerra sufren de TEPT.

El TEPT puede causar una respuesta física y emocional intensa a cualquier pensamiento o recuerdo del evento. Puede durar meses o años después del trauma. Los expertos no saben por qué algunas personas experimentan TEPT después de un evento traumático, mientras que otras no. Una historia de trauma, junto con otros factores físicos, genéticos, psicológicos y sociales puede desempeñar un papel en el desarrollo del TEPT.

¿Cómo se puede manejar el estrés traumático?

Hay varias formas de ayudar a restaurar la estabilidad emocional después de un evento traumático:

  • Comunica la experiencia a familiares o amigos cercanos o en un diario o diario en línea
  • Date tiempo y reconoce que no puedes controlarlo todo
  • Solicita el apoyo de personas que se preocupan por ti o asiste a un grupo de apoyo local para personas que hayan tenido una experiencia similar
  • Encuentra un grupo de apoyo dirigido por un profesional capacitado que pueda facilitar las discusiones
  • Come una dieta bien balanceada, practica ejercicio, descansa lo suficiente y evita el alcohol y las drogas.
  • Observa una rutina diaria con actividades estructuradas
  • Evita decisiones importantes de la vida, como cambiar de carrera o mudarte, poco después del evento
  • Persigue pasatiempos u otros intereses, pero no exageres
  • Pasa tiempo con otras personas para evitar retraerte, incluso si no te sientes a gusto

¿Cuándo debes contactar a un profesional?

Debes buscar ayuda profesional si los síntomas persisten e interfieren con las actividades cotidianas, el rendimiento escolar o laboral, o las relaciones personales.

Las señales de que un niño puede necesitar ayuda profesional para hacer frente a un evento traumático incluyen:

  • arrebatos emocionales
  • comportamiento agresivo
  • retirada
  • dificultad persistente para dormir
  • obsesión continua con el evento traumático
  • problemas serios en la escuela

Los psicólogos y los proveedores de salud mental pueden trabajar con las personas para encontrar formas de lidiar con el estrés. Pueden ayudar tanto a los niños como a sus padres a comprender cómo hacer frente al impacto emocional de un evento traumático.

Referencias